Carlos Aguirre

Carlos
Aguirre

Estos trabajos recientes de Carlos Aguirre despliegan, desde la
elegancia formal y el refinamiento técnico acostumbrados en la obra de este artista, un
sólido catálogo de sus intereses por el diseño, los nuevos materiales constructivos, la
arquitectura y las exploraciones más experimentales de técnicas gráficas, de impresión y
de inclusión de soportes y procedimientos distantes a las artes gráficas convencionales.
Artista formado en el diseño (o diseñador devenido en artista visual), la trayectoria de
Aguirre a lo largo de cuatro décadas puede ser vista a través de esta relación entre el
diseño gráfico y tridimensional y las artes visuales: un rasgo particular de su trabajo que lo
distingue en el escenario artístico contemporáneo en México.

Las obras acá reunidas son una muestra palpable de esto último. A medio camino entre el
ensamblaje y el collage, Carlos Aguirre genera en estos objetos gráficos diálogos visuales y
correspondencias formales donde potencia el valor de tramas, líneas y volúmenes, así
como del espacio en tanto una idea, presente tanto en la escritura caligráfica como en una
hoja de maguey o una aparentemente trivial fotografía. Las piezas igualmente evocan los
nuevos planos arquitectónicos, totalmente experimentales en su cercanía con el arte, y en
los cuales se apuesta por entender que la arquitectura y sus revestimientos deben
fundirse con las formas de la naturaleza y no sobreponerse a ésta última, como ocurría en
el pasado. En este sentido, estas elegantes obras recogen, como un mapa, las pistas de
una nueva realidad, una nueva cultura visual urbana, de nuevos paisajes, de sus últimas
texturas y materiales del futuro.

A la par de esta línea de trabajo, Carlos Aguirre se ha volcado a lo largo de su carrera a
producir un tipo de obra que atiende de manera más directa y aguda la actualidad política,
en obras que reflejan la cruda realidad social. El tema de los desaparecidos es uno de
estos duros tópicos de nuestros días y es a su vez argumento central de la obra que el
artista, conjuntamente con el diseñador Roberto Padilla, concibió específicamente para
esta muestra: una delicada animación que, en línea con la naturaleza de esta exposición,
centra su potencia discursiva en lo que una textura revela; pero esta vez, desde otra, difícil
y dolorosa realidad que tensa cada uno de nuestros días.

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